En Rebajas, rescato esta frase del profesor Ismael Quintanilla:
Compramos muy poco por necesidad, bastante por deseo y muchísimo para satisfacer las apariencias frente a los otros.
La nuestra es una sociedad más mostrativa, no hay que demostrar nada, basta con mostrar.
Ismael Quintanilla
¿Demostrar o Mostrar?
El mostrar, hasta hace bien poco, era considerado de «mal gusto». Chocaba con la humildad y la modestia.
Sin embargo, el mostrar, exhibir, publicitar se he convertido en un imprescindible. Y el demostrar ha pasado a un segundo plano, se ha convertido en una consecuencia.
Si muestras, demuestras.
Suficiente
pero necesario.
Es necesario mostrar y por tanto, suficiente para demostrar que cuentas con:
👍Felicidad
👍Fortaleza. Inteligencia.
👍Dinero, estatus económico.
👍Aficiones, tiempo libre.
👍Éxitos.
👍Aspecto y Forma física.
👍Una vida maravillosa
¿Para qué?
Para buscar la admiración y aprobación de los demás. Y así, fortalecer nuestra autoestima a través de una imagen de uno mismo fabricada para ser publicitada.
Sin embargo, la autoestima, nuestro bienestar psicológico no depende de los 👍 o ❤️.
Ryff (1989) apuntaba que el Bienestar psicológico es el resultado de una evaluación valorativa por parte del sujeto con respecto a cómo ha vivido, atendiendo a 6 dimensiones:
✔ Apreciación positiva de uno mismo.
✔Capacidad para manejar de forma efectiva, el medio y la propia vida.
✔Alta calidad de los vínculos personales
✔Creencia de que la vida tiene un propósito y significado.
✔Sentimiento de que se va creciendo y desarrollando a lo largo de la vida.
✔Sentimiento de autodeterminación.
Nuestra autoestima se conforma de los 👍 + ❤️ que nos demos y reconozcamos al aceptar nuestras capacidades y limitaciones, disfrutar de nuestros los logros legítimos, nuestra ilusión enfocada a metas alcanzables y nuestra habilidad para discriminar entre las situaciones que podemos controlar y las que no. (Rojas Marcos, 2000).
En definitiva, el foco está en el yo y no en los demás.